
6 Consejos para convertirte en un líder exitoso
¿Sabías que la mayoría de los problemas empresariales se originan por fallos en la comunicación? Como líder, seguramente te ha pasado: le pides algo a un colaborador y el resultado no es el esperado. Aunque es fácil culpar al equipo y optar por la rotación de personal, la realidad es que el problema podría estar en nuestra forma de comunicar.
Permíteme compartirte una experiencia personal que transformó mi visión sobre la comunicación efectiva.
Durante mi tiempo como agente de tráfico en el aeropuerto, tuve la oportunidad de trabajar bajo dos estilos de liderazgo completamente diferentes.
La primera gerente era como un diamante sin pulir: luchaba incansablemente por nuestros beneficios y logró que fuéramos los mejores pagados del aeropuerto. Sin embargo, su forma de comunicarse era un verdadero desafío.
Nunca sabíamos qué esperar al entrar a su oficina. Un día podía felicitarnos por nuestro trabajo y al siguiente, sus comentarios negativos dejaban nuestra moral por el piso. Lo más frustrante era que, a pesar de sus buenas intenciones, no lográbamos entender sus expectativas o necesidades.
Ella estaba pasando por una situación muy fuerte porque la estación tenía números muy bajos, pero nosotros no entendíamos qué pasaba. La tensión llegó a tal punto que inventábamos excusas para evitar estar a solas con ella.
La situación cambió drásticamente cuando llegó la segunda gerente. Su primer acto de liderazgo fue establecer claramente los indicadores de desempeño de la estación. Cada semana revisábamos los números y sabíamos exactamente qué se esperaba de nosotros.
Aunque era menos generosa con los beneficios a tal punto que nos convertimos en uno de los equipos peores pagados. Con sus habilidades de liderazgo logramos ser una de las mejores estaciones del aeropuerto e incluso ganar premios por nuestra excelencia.
¿Cuál es la crucial diferencia? Comunicación clara y estructurada.
La primera gerente, a pesar de su genuina preocupación por el equipo y por ser mucho más humana, no logró transmitir efectivamente sus objetivos y necesidades. Lo que hacía que tuviese más carga laboral, porque estaba sola y en vez de pedir ayuda mostraba su frustración con malas palabras e ira. Sinceramente, jamás imaginamos que necesitaba ayuda.
En contraste, la segunda gerente consiguió alinear al equipo hacia metas comunes, investigó cuáles eran las metas que la estación debía cumplir e hizo el respectivo seguimiento hasta que se consiguieron.
Esta experiencia me enseñó que el liderazgo efectivo requiere una comunicación clara y efectiva. Además, es responsabilidad del líder hacer los respectivos seguimientos para asegurarse que todo se cumple como se espera.
6 claves de Dale Carnegie para influir positivamente en los demás
En 1936, Dale Carnegie publicó el libro “Cómo Ganar Amigos e Influir sobre las Personas” allí revela los principios que todo buen líder debe seguir para transformar positivamente a su equipo.
“El único modo de conseguir que alguien haga algo es hacer que la otra persona quiera hacerlo”, afirma Carnegie, estableciendo así la base de un liderazgo efectivo centrado en la influencia positiva.
1. Comienza una conversación incómoda con un elogio sincero
“Las críticas son como palomas mensajeras. Siempre vuelven al nido”, explica Carnegie.
El autor del bestseller señala que antes de acusar un error, es crucial reconocer los aciertos que ha tenido el colaborador. Esta técnica no solo suaviza la conversación, sino que predispone positivamente al receptor para que pueda escuchar con atención.
2. Corrige indirectamente
Carnegie recomienda llamar la atención sobre los errores de manera sutil e indirecta. Por ejemplo, en lugar de decir “tu informe está lleno de errores”, podrís sugerir “¿qué te parece si revisamos juntos este informe para optimizarlo?”
3. Reconoce primero tus propios errores
“Si usted está equivocado, admítalo rápida y enfáticamente”, aconseja Carnegie.
Cuando el líder reconoce sus errores, demuestra humildad y también genera respeto y confianza en el equipo. El equipo sabe que también debe de protegerlo y se crea un ambiente familiar positivo.
4. Sugiere en vez de dar órdenes
Las órdenes directas pueden generar una resistencia inmediata. Carnegie propone hacer preguntas que guíen hacia la solución. Además, eso educa a los colaboradores a que aprender a buscar soluciones estratégicas y no a esperar la respuesta del líder.
El autor propone preguntar “¿Qué te parece si intentamos…?”, en lugar de decir “Haz esto…”
5. Evita las humillaciones
“Aun cuando tengamos razón y la otra persona esté claramente equivocada, solo haremos daño si le hacemos perder prestigio”, advierte Carnegie.
Un líder efectivo sabe cómo corregir sin humillar, recuerda los errores ocurren por fallas en el proceso y como un buen líder debes de identificar los momentos en que suceden y crear soluciones a largo plazo para evitar que se repitan.
6. Celebra las victorias
Carnegie enfatiza la importancia de reconocer hasta el más mínimo avance de los colaboradores, eso genera motivación y además crea una cultura positiva en el equipo.
“La capacidad de liderar no es un don místico que se otorga a unos pocos privilegiados”, concluye Carnegie. “Es una habilidad que se puede desarrollar mediante la práctica constante de estos principios.”
Como ves, para convertirte en buen líder es importante incorporar estas estrategias en tu rutina. De este modo, mejorarás las relaciones laborales e impulsarás la productividad y el compromiso de tu equipo.
Como señala Carnegie: “La persona que puede ponerse en el lugar de los demás, que puede comprender el funcionamiento de su mente, no tiene por qué preocuparse por el futuro.”