
5 Pasos para transformar un trauma en un motor de bienestar
¿Sabías que las experiencias negativas pueden convertirse en catalizadores de cambio? Según los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente el 70% de la población mundial ha vivido por lo menos un evento traumático a lo largo de su vida. Pero, ¿Qué entendemos realmente por “trauma”? Se piensa que un trauma es un evento dramático impactante, pero de hecho, puede ser cualquier experiencia que impacte nuestra vida de manera significativa, alterando la percepción que tenemos de nosotros mismos, de nuestro entorno y de nuestro bienestar.
Pero, cómo podemos darnos cuenta si tenemos algún trauma, lo ideal siempre será buscar ayuda profesional, pero el primer paso está en darnos cuenta de que algo está afectando nuestro bienestar, les cuento como un simple evento en mi vida cotidiana, me demostró que había algo que me estaba afectando.
Una mañana al salir de casa mi vehículo no encendía, me había quedado sin batería. Llamé a un vecino para que me ayudara. Él tomó la batería de su carro y la puso en el mío. Me pidió encender el auto.
Cuando volvió a poner mi batería con el motor encendido, comencé a sentirme incómoda, estaba experimentando una serie de emociones negativas que no lograba identificar.
Al poner mi batería, el auto empezó a perder fuerza, entonces mi vecino me pidió que acelerara un poco.
Yo lo hacía, pero lentamente. Él seguía insistiendo, y mi forma de acelerar dejo de ser consistente, aceleraba y desaceleraba. Recuerdo, que le dije, “no puedo” y pregunté ¿estás seguro? En eso se acercó a mi ventanilla y me dijo en un tono muy suave: deja el miedo, no va a pasar nada, estás acelerando para que pueda cargar la batería.
¡MIEDO!
Sentí como si me hubiesen dado un giro de 180 grados, y me dije a mí misma: “Miedo”, eso es lo que estaba sintiendo, lo que me frenaba de hacer una tarea tan sencilla como mantener el acelerador. Si no fuera por mi vecino, no me hubiese dado cuenta de que esta emoción me tenía paralizada.
El miedo puede surgir como una respuesta aprendida frente a experiencias anteriores que nos hacen percibir situaciones normales como riesgosas. Cuando se reconoce la emoción se da el primer paso para superarla, pues ya sabemos qué está sucediendo. A veces, es difícil autoevaluarse, por lo que es importante trabajar en el autoconocimiento para un bienestar completo.
Cuando tuve el momento Eureka, comencé a reflexionar sobre las veces que quizás nos hemos paralizado o hemos actuado de manera negativa ante una situación cotidiana y llegué a la conclusión que a veces nuestras respuestas no son al evento en sí, sino a lo que representa para nosotros.
Esto se puede aplicar fácilmente al mundo del emprendimiento, muchas de estas experiencias negativas pueden tomar fuerza y paralizarnos en momentos donde debemos tomar decisiones importantes para nuestro negocio.
Es por ello que debemos transformar estas situaciones en oportunidades de crecimiento, pero por supuesto requiere consciencia, trabajo personal y, en ocasiones, apoyo profesional.
Hoy quiero compartir contigo un paso a paso que te ayudará a transformar un trauma en una herramienta de crecimiento y autodescubrimiento para tu bienestar. Esta guía se ha tomado del libro Personality Isn’t Permanent de Benjamin Hardy.
Transforma tu trauma en bienestar
1. Identifica y reconoce el trauma
El psicólogo Benjamin Hardy explica que el trauma no es lo que sucede, sino cómo se interpreta y almacena en la mente.
El proceso de escribir conscientemente permite que las emociones salgan a la superficie y se procesen de manera saludable. Es por ello que recomienda reflexionar sobre las experiencias pasadas que causaron dolor o incomodidad.
Pregúntate: “¿Cuáles son los eventos que aún influyen en mi manera de pensar, actuar y sentir?”
Luego de que reflexiones sobre ello, empieza a tomar notas, pues esto te permitirá procesar recuerdos y sentimientos, facilitando la comprensión de cómo el trauma afecta tu vida y tu bienestar actual.
2. Reconoce patrones
Los traumas a menudo se manifiestan como comportamientos repetitivos o creencias limitantes.
Podrías notar, por ejemplo, que evitas ciertas situaciones o reaccionas de manera exagerada en cierto contexto, ¿te ha pasado que odias hacer algo específico sin ninguna razón aparente?
Hardy subraya que identificar estos patrones es clave, ya que te permite comprender cómo el trauma moldea tus elecciones y cómo puedes liberarte de esos ciclos
3. Replantea tu narrativa
Revisar la forma en que interpretas tu trauma es crucial para liberarte de su control.
El autor sugiere que debemos dejar de ver el trauma como algo que nos define.
En lugar de pensar que te pasó “a ti,” considera que ocurrió “para ti”. Este cambio de perspectiva tiene un impacto positivo en tu percepción y en tu bienestar emocional.
Además, no olvides ser amable contigo mismo durante este proceso, pues es esencial para proteger tu bienestar. Reconoce tu dolor sin juzgarte. La autoempatía no solo calma la culpa o vergüenza, sino que también crea un espacio seguro para el crecimiento
Hardy explica: “Tu pasado no te define; lo que importa es cómo decides interpretarlo y qué haces con esas experiencias”.
4. Crear un propósito para el futuro
El trauma puede ser una puerta hacia una vida más significativa y con mayor bienestar si lo usamos para definir un propósito claro.
Pregúntate: “¿Quién quiero ser dentro de 5 o 10 años?”
Visualizar un futuro deseado te ayudará a enfocarte en las posibilidades en lugar de las limitaciones.
Piensa en cómo tu experiencia puede ser una fuerza para el cambio. Hardy menciona que muchas personas encuentran propósito ayudando a otros que han pasado por situaciones similares. Esta conexión no solo acelera el proceso de sanación personal, sino que también genera un impacto positivo en la vida de otros
5. Redefine tu entorno
El autor destaca la importancia de los “testigos empáticos”, personas que te apoyan y creen en tu capacidad para cambiar. Estos aliados refuerzan tu visión y te ayudan a superar momentos difíciles, asegurando que no te quedes atrapado en patrones del pasado
El entorno puede ser una herramienta poderosa para mantenerte enfocado en tu futuro deseado. Cambiar pequeños aspectos de tu vida diaria, como reorganizar espacios, establecer nuevas rutinas o buscar actividades alineadas con tu propósito, puede tener un impacto significativo en tu transformación
Como ves, el trauma no tiene que ser una sentencia; puede convertirse en el punto de partida hacia una versión más fuerte, resiliente y completa de ti mismo. E fin hacia el bienestar que tanto deseas.
Como afirma Hardy, “El trauma es una invitación para rediseñar tu historia y crear una narrativa que sirva a tu propósito”.
Siguiendo estos pasos, puedes identificar cómo te ha afectado, replantear tu narrativa, definir un propósito claro y crear un entorno que te impulse hacia adelante.
La transformación no ocurre de la noche a la mañana, pero cada pequeño paso cuenta. Hoy es el momento perfecto para dar ese primer paso y empezar a vivir una vida más plena y significativa.
Recuerda: “Tu futuro no está definido por tu pasado; está moldeado por las decisiones que tomes a partir de ahora”