Cómo ganar momentum en tu vida y alcanzar tus objetivos
La clave principal para conseguir ganar momentum en tu vida y caminar hacia tus objetivos, es muy sencilla: tomar acción constante.
Sin embargo, muchas personas se quedan bloqueadas justo en el paso previo a tomar acción sobrevalorando los detalles y variables involucradas retrasando la toma de decisión debido a un exceso de análisis. Es lo que se conoce como parálisis por análisis.
Y ¿cuál es el resultado de esto? Bueno, todos conocemos a personas que siempre quisieron hacer algo grande o diferente en su vida o en su carrera, pero terminaron no haciéndolo porque antes incluso de intentarlo, decidieron en sus mentes tras mucho análisis que podría conllevar demasiado riesgo o complicaciones y se echaron para atrás, volviendo a lo conocido y seguro. Y además inventaron un montón de razones para justificar esa decisión.
¿Te suena familiar? ¡Yo lo he hecho mil veces! Y supongo que tú también.
Sin embargo, hay algo que aprendí hace un tiempo atrás y que creo todos deberíamos tener grabado a fuego si queremos evolucionar en nuestra vida tanto a nivel personal como profesional:
Nada relevante va a suceder en tu vida hasta que tomes acción y te equivoques y fracases una y mil veces. Sólo entonces vas a poder entender cuál es el mejor camino para ti. Sólo entonces vas a descubrir la dirección más alineada para tu vida y tus objetivos.
El miedo al fracaso es la causa principal por la que no tomamos acción en la gran mayoría de los casos. Pero, si estás realmente interesado en evolucionar en tu vida, es imprescindible hacer las paces con el fracaso y entenderlo como simplemente lo que es, un paso más en tu camino hacia tu máximo potencial.
Los fracasos, son partes imprescindibles en nuestro camino de evolución personal, son lecciones que están ahí para ser aprendidas y aplicadas en nuestros siguientes pasos. Y aunque el momento del fracaso realmente sea duro y difícil, es nuestra función el reinterpretar el significado que le damos y extraer de él las lecciones necesarias para seguir evolucionando.
Equilibrar pensamiento y acción
Ahora bien, en ningún momento estamos diciendo que pensar y evaluar cuidadosamente el siguiente movimiento y objetivo en nuestras vidas no sea lo correcto. De hecho, está perfectamente bien y es necesario.
Debemos hacerlo para entender si es una buena decisión o no y empezar a movernos en esa dirección de manera responsable.
Sin embargo, como veíamos antes, si nos quedamos por demasiado tiempo en la evaluación mental de los escenarios y posibles resultados que determinada acción va a conllevar, corremos el riesgo de entrar en un bucle constante de pensamientos que generan más dudas y nos bloquean, en lugar de ayudarnos a ganar más claridad.
La clave está en equilibrar el pensamiento y la acción. Es importante obtener claridad mental sobre dónde quieres ir, pero al mismo tiempo, llega un punto en el que debes tomar acción para moverte en la dirección que deseas.
Al tomar acción real y continua para alcanzar una meta, incluso si tienes dudas sobre ella, ganas momentum y adquieres una inteligencia que el pensamiento por sí solo no puede darte.
No importa en qué etapa de tu vida o carrera estés ahora. Si quieres empezar a moverte de verdad hacia tus metas más deseadas, no pases demasiado tiempo en tu cabeza. Piénsalo, pero no demasiado.
Arriésgate. Ve y haz esa cosa que tanto deseas. Incluso si te da miedo.
Toma acción.
Comete errores.
Aprende de ellos y…
¡Deja que la mejor versión de ti mismo florezca!
Foto: Anna_Om en Envato