
Emprender en Pareja: El Viaje de Michelle Poler y Adam Stramwasser
Michelle Poler y Adam Stramwasser han construido no solo un matrimonio sólido, sino un imperio de proyectos que inspiran a miles de personas a enfrentar sus miedos y perseguir sus sueños. En esta entrevista exclusiva para Evolucionando, la pareja nos revela las claves de su éxito tanto personal como profesional.
De empleados a emprendedores: un sueño compartido
Para Michelle y Adam, emprender juntos no fue algo que surgió por accidente o necesidad, sino un deseo profundamente arraigado.
“Era algo bastante deseado, así como uno desea un hijo”, confiesa Michelle. “Cuando nos casamos, yo trabajaba en una agencia de publicidad y él en finanzas. Todas las mañanas era un ‘bye, me voy a mi trabajo’ y nos veíamos a las 6 de la tarde. Yo siempre pensaba: me encantaría un día no tener que despedirme”.
Lo que resulta fascinante es que Michelle había visualizado esta vida hace exactamente diez años. Durante un postgrado en creación de marca, le pidieron describir su vida soñada en una década. “Describí una agencia de branding con Adam, como una casita muy linda donde teníamos nuestro equipo trabajando y a nuestros hijos en un ambiente creativo”, recuerda.
Sin embargo, la realidad superó sus expectativas. “Nunca nos imaginamos que iba a ser un proyecto sobre miedos lo que nos iba a impulsar de esa forma para poder ambos dejar nuestro trabajo y dedicarnos a hacer esto juntos”, señala Michelle, refiriéndose a su viral proyecto “100 días sin miedo” que cambió sus vidas para siempre.
Tres roles, una pareja: el baile de la integración
Adam y Michelle han identificado que realmente funcionan como “tres parejas distintas”: la que emprende, la de padres y la romántica. Para ellos, el éxito no está en compartimentar estas facetas, sino en integrarlas.
“Es como ir bailando con eso”, explica Michelle. “Creo que el éxito es cuando siento que esas tres partes están siendo satisfechas, cuando tienen un espacio cada una. No tienen que ser equitativo el espacio, pero se tienen que sentir saciadas”.
Por su parte, Adam aporta una visión más esencial del éxito: “Mi definición de éxito personal, lo más fundacional de todo, es alcanzar mi mejor versión. No pienso en una cuenta bancaria, o en un yate, o en un carro. Pienso que mi versión de éxito es poder superarme, poder ir alcanzando mi potencial como humano”.
Las claves del emprendimiento en pareja
A lo largo de la entrevista, Michelle y Adam compartieron valiosas lecciones para quienes emprenden o desean emprender en pareja:
- Comunicación consciente
“La clave principal del éxito está en la comunicación”, afirma Michelle. “Pero no cualquier comunicación. Es un trabajo de ver hacia adentro, de sincerarse con uno y poder poner en palabras lo que uno está sintiendo primero, porque en una pareja con tantos roles es muy fácil simplemente culpar”.
- Confianza en el equipo
Adam enfatiza la importancia de verse como equipo y no como contrincantes: “Cuando ocurren estas diferencias, el ego automáticamente te pone como contrincante. Mi punto versus el tuyo, mi orgullo versus el tuyo. Siempre hay que volver a la raíz de la confianza de que esa persona quiere lo mejor para nosotros como pareja”.
- El miedo al confort, no al fracaso
“Nos enseñaron a creer que el enemigo del éxito es el fracaso. Entonces tratamos de jugar las piezas correctas para no fracasar”, explica Michelle. “Pero en lo que nos hemos dado cuenta es que lo más peligroso y el enemigo número 1 del éxito es la comodidad. El fracaso más bien nos acerca al éxito, nos enseña”.
- Claridad financiera
Adam, con su experiencia en finanzas, subraya que “el dinero es la madera que conforma tu balsa por donde vas a estar navegando, es lo que los une, no lo que los debería separar”. Para él, la clave está en la claridad: “Claridad de uno, la realidad en la que te encuentras y claridad de cuáles son las prioridades como pareja”.
Persiguiendo sueños auténticos
Uno de los momentos más reveladores de la entrevista fue cuando Michelle compartió su método para identificar sueños genuinos: “Si cumples esa meta y no se lo puedes contar a nadie, ¿todavía te haría feliz?”.
Michelle explica que muchas de nuestras metas están impulsadas por tres motivaciones peligrosas: “Impresionar, complacer o pertenecer”, y no por deseos auténticos. “Me di cuenta cuando pensé: ‘Quiero trabajar en Google porque imagínate la cara de mi familia cuando les cuente’. Eso es peligroso, estoy haciendo esto por impresionar”.
De la vulnerabilidad al liderazgo
El proyecto “100 Días Sin Miedo” de Michelle no solo transformó su vida, sino que le enseñó una valiosa lección sobre el liderazgo: “Yo siempre pensé que los líderes son personas que no le temen a nada y son súper confiadas. Nunca consideré que yo iba a ser una líder”.
Sin embargo, al mostrar sus miedos y vulnerabilidades públicamente, Michelle descubrió algo sorprendente: “Empecé a recibir mensajes de personas diciendo ‘gracias a tu proyecto renuncié a mi trabajo’, ‘gracias a tu proyecto tuve una conversación honesta con mi esposo’. Ahí entendí que hay una forma de liderar que es a través de la vulnerabilidad, y esa es mi arma secreta”.
Para Adam y Michelle, el viaje como pareja emprendedora es un constante equilibrio entre los diferentes roles que desempeñan. Como dice Adam: “Es natural y es humano llegar a los desequilibrios porque la vida es un desequilibrio continuo. Lo importante es la conciencia de decir, ¿cuál es mi genuina intención en esto?”.
Hoy, a través de proyectos como Créetelo Club, siguen inspirando a otros a perseguir sus sueños con valentía, recordándonos que el verdadero éxito está en ser nuestra mejor versión, tanto individualmente como en equipo.
“Los actos de valentía alineados a tu propósito o a tus sueños”, concluye Adam, “es donde ocurre la felicidad”.
Puedes ver la entrevista completa aquí: