
Gente tóxica: cómo reconocerla y poner límites
¿Qué hacer cuando estás rodeado de personas que complican tu vida? Existen individuos que, lejos de impulsar tu crecimiento, tienden a potenciar tus debilidades, generando cargas emocionales y frustración. Suelen manipular, agredir, descalificar o envidiar. En esta nota exploramos las ideas del libro Gente tóxica, del psicólogo Bernardo Stamateas, y te compartimos una serie de pasos para identificar a este tipo de personas y hablaremos de como puedes alejarte de ellas.
La gente tóxica puede afectar a cualquier persona de cualquier edad, pero en el caso de los emprendedores, su impacto puede ser especialmente devastador. Un emprendedor necesita claridad, estabilidad emocional y visión para alcanzar sus metas. En su fase creativa, es como una flor en proceso de florecimiento: cualquier influencia negativa puede sabotear ese crecimiento, desalentarlo y distorsionar su percepción de la realidad.
“No permitas que nadie tenga el control de tu vida ni boicotee tus sueños” Bernardo Stamateas
Según Bernardo Stamateas la gente tóxica suele operar desde sus propias carencias, pero proyectan sus miedos o inseguridades sobre los demás, lo que al final interfiere en tu tranquilidad. Esto no quiere decir que sean personas malas, sencillamente son personas dañinas.
Asimismo, el autor señala que todos podemos ser tóxicos en algún momento, pero lo que define a una persona tóxica de una que tiene un mal día es la constancia con la que ejerce esas conductas destructivas, y su falta de voluntad de cambio o de conciencia del daño que causa.
5 pasos para reconocer a la gente tóxica
Paso 1: Observa si te hacen sentir culpable constantemente
“La culpa es una emoción que nos paraliza, que nos impide seguir desarrollando todo el potencial que tenemos” Bernardo Stamateas
Las personas tóxicas frecuentemente utilizan la culpa como herramienta de control. Te hacen sentir que les debes algo, que estás en falta o que tus logros son injustos. Este chantaje emocional es común en figuras cercanas (madres, jefes, parejas) que manipulan bajo la premisa de “con todo lo que hice por ti”. Identificar esta táctica es fundamental para recuperar el control de tus decisiones sin sentirte en deuda con quienes te condicionan.
Paso 2: Detecta la descalificación sistemática
“El descalificador tiene como objetivo controlar nuestra autoestima, hacernos sentir ‘nada’ ante los demás” Bernardo Stamateas
¿Tienes a alguien en tu entorno que critique todo lo que haces? Este tipo de personas tienden a menospreciar tus ideas, tus decisiones, incluso tus sueños. Lo hacen con sarcasmo, ironía o dobles mensajes. Un día te endiosan, al otro te destruyen.
Su propósito es minar tu confianza para hacerte dependiente de su validación. Para un emprendedor, esto puede significar el abandono de un proyecto o la pérdida de una visión estratégica valiosa. No se trata de ignorar la crítica constructiva, sino de identificar cuando es un patrón de desvalorización.
Paso 3: Reconoce a quienes no se alegran por tus logros
“El que no se alegra de tu avance o de tus sueños, que diga lo que quiera, tú prosigue hacia la meta” Bernardo Stamateas
Una señal clara de toxicidad es la falta de empatía o apoyo ante tus éxitos, ¿tus amigos se alegran cuando te sucede algo malo?
Estas personas pueden incluso sabotearte o anunciarte catástrofes (“eso no va a durar”, “ya verás que algo saldrá mal”). Para un emprendedor, que suele avanzar en soledad y con incertidumbre, es vital rodearse de aliados, no de profetas del fracaso. La envidia disfrazada de “realismo” es una alerta roja.
Paso 4: Observa si son expertos en manipular tus emociones
“Su objetivo es tener ‘poder y control’ sobre todo cuanto sucede y sobre tus emociones” Bernardo Stamateas
Alguien que cambia de humor para contagiarte, que te hace sentir responsable por su felicidad o bienestar, es una persona que usa tus emociones en tu contra. Esto incluye también al que se ofende por todo y te obliga a actuar con culpa.
En los negocios, la manipulación emocional puede frenar decisiones clave o impedir rupturas necesarias. Como emprendedor, necesitas autonomía emocional para liderar, delegar y poner límites.
Paso 5: Fíjate si están siempre esperando que falles
“Siempre tienen piedras en la mano: estarán esperando la oportunidad en la que cometas un error para hacértelo notar” Bernardo Stamateas
Estas personas viven con una lupa enfocada en tus errores. No ofrecen ayuda ni soluciones, solo críticas destructivas. Lo hacen en público para exhibirse como superiores. Esta actitud puede minar la cultura de equipo, generar miedo al fracaso y bloquear la creatividad de cualquier emprendedor o líder.
¿Qué hacer una vez reconoces a la gente tóxica?
Bernardo Stamateas es claro en su propuesta: hay que poner límites, recuperar la autonomía emocional y desintoxicarse. Esta vez el autor propone 4 pasos para salir de ese círculo vicioso y marcar distancia.
1. Indiferencia estratégica:
“Indiferencia es hacer como que no existe… sólo hay que erradicarle con indiferencia” Bernardo Stamateas
La indiferencia estratégica es una decisión consciente de no reaccionar ni involucrarte emocionalmente con personas que buscan desestabilizarte. Implica dejar de alimentar el vínculo tóxico con respuestas o explicaciones.
Lo primero que debes hacer es dejar de permitir que esa persona influya en tu estado emocional. Es un ejercicio constante que requiere entrenar la mente para no engancharse con sus comentarios, actitudes o provocaciones. Se trata de alejarse —física o emocionalmente— y permitir que sus acciones pasen de largo, sin impactarte ni desgastarte.
Aplicar la indiferencia estratégica es una forma de recuperar el poder sobre ti mismo, y de proteger tu energía cuando cortar el vínculo no es posible (por ejemplo, en ambientes laborales o familiares).
2. No intentar cambiarlos:
El autor recomienda no perder energía, tiempo ni enfoque en intentar cambiar a estas personas. De hecho, aclara que su práctica puede llevarte a caer en una trampa emocional donde tú acabas siendo manipulado o frustrado.
“No intentes cambiarlos, porque no cambiarán. Son así. Lo mejor que puedes hacer es evitar al máximo el contacto con este tipo de gente” Bernardo Stamateas
Entiende que, en muchos casos, estas personas no quieren cambiar. Ya sea por falta de autocrítica, por rigidez emocional o porque su comportamiento les da cierto “poder” en las relaciones, estas personas no reconocen el daño que causan o lo justifican.
Intentar cambiar o ayudar a estas personas te coloca en una posición desgastante, donde tú asumes una responsabilidad que no te corresponde.
3. Perdonar para liberar tu mente y emociones:
Cuando se habla de personas, muchas personas lo entienden como “Borron y cuenta nueva”, sin embargo, es todo lo contrario. No se refiere a justificar, olvidar o permitir que te sigan dañando. Tampoco significa “poner la otra mejilla” en el sentido de tolerar abusos o mantener vínculos tóxicos.
Más bien, el autor propone el perdón como una herramienta de liberación interior, no como una reconciliación con la persona tóxica. En sus palabras:
“Para sacar a los que ya entraron y me hicieron daño, tengo que perdonarlos. No por ellos, sino por mí” Bernardo Stamateas
Esto quiere decir que el perdón es para ti, para dejar de cargar con rencor, enojo o dolor, y así recuperar tu energía emocional. No perdonas porque el otro lo merezca, sino para dejar de quedar atado a ese daño.
Perdonar no implica reanudar la relación ni confiar otra vez. De hecho, puede ser el primer paso para alejarte con claridad y sin culpa. Te permite decir “esto no lo acepto más” desde un lugar de paz, no desde la rabia o la venganza.
4. Elegir con consciencia a quién dejar entrar en tu círculo íntimo:
“Levanta un cerco alrededor de tu intimidad y no permitas que nadie viole tus emociones” Bernardo Stamateas
En resumen, reconocer a la gente tóxica es solo el primer paso. Lo más importante es elegir tu paz por encima de cualquier vínculo que te reste energía, y rodearte de personas que valoren tus sueños y potencien tu crecimiento.
Ten en cuenta que tu círculo íntimo es el espacio donde estás más vulnerable: es donde compartes tus sueños, tus miedos, tus decisiones importantes y tus procesos internos. Las personas que permites que accedan a ese espacio tienen una influencia directa sobre tu autoestima, tu claridad mental y tu capacidad de acción. Por eso, no todos deberían tener una llave.
Así que recuerda detectar patrones tóxicos temprano (críticas constantes, manipulación, envidia, competencia encubierta) y rodéate de personas que celebren tu crecimiento, no que lo boicoteen. Una sola persona tóxica en ese círculo íntimo puede sembrar duda, frenar decisiones o minar la motivación desde dentro.
A veces, elegir con consciencia significa alejarse de personas que fueron importantes, pero que ya no son saludables para tu camino actual. Puede doler, pero la lealtad malentendida nunca debe estar por encima de tu salud emocional.
En definitiva, elegir bien a quien dejas entrar es un acto de amor propio, de inteligencia emocional y también de visión: tu entorno determina gran parte de tu energía, decisiones y resultados. Protegerlo no es egoísmo. Es responsabilidad.