
¿Te saboteas sin darte cuenta? Señales de una mentalidad de escasez y cómo superarla
¿Cómo determinar si tienes mentalidad de escasez? Las creencias limitantes son más poderosas de lo que imaginamos. Los pensamientos de escasez pueden afectar negativamente la salud mental, generando estrés, ansiedad, envidia, miedo y frustración. Pero, ¿cómo funciona? Y lo más importante, ¿cómo podemos hackear nuestra mente para que deje de operar desde la escasez y comience a trabajar desde la abundancia?
Un estudio titulado “La escasez aumenta la toma de decisiones impulsiva en los adultos jóvenes”, publicado en Scientific Reports (PMC, 2023), comprobó que la mentalidad de escasez agota los recursos cognitivos y limita la capacidad de pensar estratégicamente.
Este fenómeno, conocido como tunneling, implica que cuando una persona percibe que sus recursos (dinero, tiempo, atención) son escasos, su mente se enfoca de forma intensa y restrictiva en el problema inmediato, excluyendo otras consideraciones a largo plazo.
Según los autores, esta concentración “angosta” de la atención puede parecer útil en situaciones de crisis, pero termina siendo contraproducente. Los participantes expuestos a condiciones de escasez —financiera o temporal— demostraron una menor capacidad para postergar la gratificación y una tendencia marcada a elegir recompensas pequeñas e inmediatas en lugar de beneficios mayores y diferidos.
En palabras del estudio: “La escasez capta la atención y reduce el ancho de banda cognitivo, lo que lleva a decisiones impulsivas.”
Así, el túnel mental que se genera bajo escasez impide ver opciones estratégicas, reduce la flexibilidad cognitiva y puede derivar en decisiones subóptimas que perpetúan el mismo ciclo de carencia. La mente queda atrapada en el “ahora urgente” y pierde acceso al “después importante”.
Del mismo modo, otro estudio publicado en Social Cognitive and Affective Neuroscience (OUP, 2024) analizó el impacto de la escasez financiera en los sistemas neuronales responsables de la toma de decisiones.
Para ello, los investigadores expusieron a un grupo de participantes a escenarios de escasez económica simulada, mediante tareas financieras con recursos limitados, mientras se realizaban escaneos de su actividad cerebral a través de resonancia magnética funcional (fMRI). El objetivo fue observar cómo las condiciones de escasez afectan las regiones del cerebro vinculadas con la evaluación del valor, la planificación y la recompensa.
Los resultados del experimento fueron concluyentes: cuando los participantes experimentaban una sensación de escasez, se reducía la actividad del córtex prefrontal ventromedial (vmPFC), un área clave para tomar decisiones racionales y valorar recompensas a largo plazo. En paralelo, aumentaba la activación en el estriado ventral y la amígdala, regiones asociadas al estrés, la impulsividad y la gratificación inmediata.
Esto sugiere que la escasez no solo modifica el comportamiento, sino que también distorsiona los circuitos neuronales que regulan cómo valoramos nuestras opciones. Una vez más, las personas en contexto de escasez tienden a priorizar recompensas inmediatas sobre beneficios futuros, aun cuando estos últimos sean más ventajosos.
Otra observación importante es que las decisiones tomadas bajo escasez eran menos consistentes y más emocionales, lo que puede llevar a patrones de conducta erráticos o poco estratégicos, tanto en lo financiero como en otros ámbitos de la vida.
¿Cómo saber si estás atrapado en una mentalidad de escasez?
Te recomiendo tomar lápiz y papel, y comenzar a responder estas preguntas con honestidad. Detalla tus respuestas y profundiza, si es posible, en situaciones personales que hayas vivido. Esta es una conversación contigo mismo; una invitación a indagar en lo más profundo.
- ¿Te comparas constantemente con los demás?
Sientes que nunca tienes suficiente, especialmente cuando observas los logros, posesiones o el estilo de vida de otras personas. - ¿Piensas que no hay oportunidades para ti?
Vives con la sensación de que los recursos —dinero, tiempo, éxito— son limitados, y que si otros ganan, tú pierdes. - ¿Actúas por miedo a perder?
Tomas decisiones guiadas por el temor a quedarte sin algo, lo que te lleva a acumular, posponer o evitar riesgos importantes. - ¿Te cuesta compartir o confiar?
La mentalidad de escasez genera desconfianza: si das, sientes que te quedas con menos. Esto limita la colaboración y debilita tus relaciones.
Cómo superar la mentalidad de escasez
El primer paso para superar la mentalidad de escasez no está en ganar más dinero, sino en cambiar las creencias que nos hacen sentir que no merecemos la abundancia.
En el libro Los secretos de la mente millonaria, T. Harv Eker sostiene que todos tenemos un “patrón del dinero” profundamente arraigado que determina nuestros resultados económicos, muchas veces sin que lo sepamos.
Este patrón, alimentado por creencias heredadas y experiencias pasadas, puede limitarnos con pensamientos de escasez, miedo o culpa. Por eso, hemos preparado una guía de seis pasos prácticos para ayudarte a reprogramar tu mentalidad desde la raíz.
Cada ejercicio, declaración y reflexión que encontrarás aquí está diseñado para ayudarte a soltar hábitos mentales de carencia y cultivar una relación más saludable, consciente y expansiva con el dinero. Porque el cambio externo empieza con una transformación interna.
1. Reconoce tu patrón financiero
“Lo que está fuera es un reflejo de lo que está dentro.”
Definición: Todos tenemos un patrón financiero inconsciente, moldeado por creencias infantiles, que determina cómo manejamos el dinero.
Ejercicio: Escribe qué escuchaste de niño/a sobre el dinero, la riqueza y las personas ricas. Reflexiona: ¿cómo esas ideas influyen hoy en tu economía?
2. Elimina las creencias limitantes
“Si tu subconsciente tiene que elegir entre emociones profundamente arraigadas y la lógica, casi siempre ganarán las emociones.”
Explicación: Muchas personas viven en escasez porque fueron condicionadas a ver el dinero como algo negativo o inalcanzable.
Ejercicio: Repite a diario afirmaciones como:
- “Tengo una mente millonaria.”
- “Me abro a recibir abundancia en todas sus formas.”
- “Mis ingresos crecen constantemente.”
3. Cambia tu enfoque: de escasez a abundancia
“Los ricos piensan: ‘Yo creo mi vida.’ Los pobres piensan: ‘La vida es algo que me sucede.’”
Contexto: La escasez nace del victimismo. El primer paso hacia la abundancia es asumir responsabilidad total sobre tus resultados.
Ejercicio: Haz una lista de excusas que sueles usar y reemplázalas por afirmaciones de poder y acción.
4. Expándete, no te achiques
“Si quieres volverte rico, enfócate en ganar, conservar e invertir tu dinero.”
Definición: Mientras la escasez impulsa a ahorrar por miedo, la abundancia invita a generar más y multiplicarlo con inteligencia.
Ejercicio: Crea tres cuentas o sobres para organizar tus ingresos:
- 50 % para gastos básicos
- 10 % para inversión
- 10 % para educación financiera
Aprende más sobre Educación financiera en nuestra entrevista con Julio Cañas.
5. Rodéate de abundancia
“La gente rica se relaciona con personas positivas y exitosas.”
Explicación: Tu entorno influye directamente en tu mentalidad. Rodéate de personas que eleven tu estándar.
Ejercicio: Haz una auditoría social: ¿quién te inspira y quién te limita? Acércate a quienes te impulsen a crecer.
6. Actúa a pesar del miedo
“La gente rica actúa a pesar del miedo. Los pobres dejan que el miedo los detenga.”
Definición: La escasez evita riesgos; la abundancia se construye atravesándolos.
Ejercicio: Elige esta semana una acción que te incomode (presentar una idea, proponer un acuerdo, iniciar algo nuevo) y hazla. Sin excusas.
Es hora de empezar a trabajar en cambiar la mentalidad de escasez y transformarla en abundancia plena, porque sin importar cuanto te digas a ti mismo que no eres suficiente, eso es solo un reflejo de una creencia que se te fue impuesta.
A partir de hoy, recuerda repetir cada día que eres suficiente, eres inteligente, tienes todo lo que se necesita para triunfar. Expande tu mente del mismo modo que el mar se expande por toda la tierra, porque no hay límite para la abundancia. Pon en práctica esta guía y coméntanos que cambios has experimentado.